martes, 1 de abril de 2008

Mis Amigos Imaginarios

Mis amigos imaginarios jamás aparecieron durante mi infancia, que es cuando tienen lugar todos los desórdenes que nos convierten en lo que somos (orfandades, abusos, exposiciones irresponsables ante ciertas entidades humanas o mecánicas, o simplemente nada, que es una de las peores variantes). A mis amigos imaginarios les dio por aparecerse mucho tiempo después, justamente cuando comencé a escribir este blog: personas desconocidas que ingresaban a este lugar y que leian los textos y que en ocasiones dejaban rastros de su presencia traducidos en comentarios. (Creo que entiendo por qué no se aparecieron antes). Con cada pseudónimo y comentario fueron construyéndose y revelándose a sí mismos, y mientras eso sucedía yo los imaginaba como seres localizados en tierras lejanas, ciertamente sensibles, indudablemente extravagantes.

La física cuántica es un terreno del conocimiento que para una considerableyposiblementepocodemocrática cantidad de homo-sapiens está más allá de su imaginación. La imaginación, por su parte, es un motor que acelerado a fondo alcanza la velocidad de la luz y cuando esto sucede, es posible, literalmente, ver el futuro, pero es una visión tan corta y borrosa que es necesario esperar hasta que se aclare como la realidad a través de un lente fotográfico. Muhammad-Ali tuvo una visión y años después su lente se aclaró: fue campeón del mundo. Yo imaginé, aceleré a fondo y vi el futuro. El destino se reveló como un número mágico que yo habia intuido después de observar una ecuación larga y borrosa.

Un saludo, profesor.