lunes, 27 de noviembre de 2006

¡Yeah!

Señoras y señores, es un honor para mí comentarles que el cuento The Shadow of your Smile (publicado en la sección Relatos) se hizo con el primer puesto del XIX Concurso Nacional de Cuento Corto, organizado por la Universidad Externado de Colombia. Les invito a que lo lean y que, por suspuesto, lo disfruten.

jueves, 23 de noviembre de 2006

Definiciones varias

Orgasmo

Estado umbral; torrente poderoso que limita al oriente con la felicidad, al occidente con la conciencia y al norte con la muerte (el sur es una autopista de longitud indefinida). Explosión efímera comparable al big-bang creador del universo, la vida, la pureza y demás productos lácteos.

Amor

Tango inconcluso; cuerda floja de circo cuya elasticidad nos permite tocar el cielo y el suelo -la sensación de ascenso y descenso genera el mismo vacío en el estómago- y que en ocasiones degenera en un nudo alrededor del cuello.


Vida

Llamada telefónica por cobrar.



La explicación de la existencia está en la parte de atrás de cualquier caja de cereal.

domingo, 19 de noviembre de 2006

Jaque-mate

La vida es un ajedrez donde no importan tanto los movimientos finales como los silencios entre ellos.

sábado, 18 de noviembre de 2006

Tres hemisferios: el derecho, el izquierdo, y el de silicio

El hombre es un dios cuando sueña y apenas un mendigo cuando piensa.
Hölderlin



Las computadoras personales están dejando de ser ese tibio remedo de los hombres. Intentamos hablarles a través del teclado; quisimos que nos sintieran un poco más con el mouse y ahora, como si se estuviera calentando la cosa, las acariciamos con los touch-pad que tienen los laptops o los sensores de los i-Pod e incluso son capaces de sentir nuestra fuerza con ese increible mando del Nintendo Wii. Las máquinas, a fuerza de movimientos, gestos y caricias, están aprendiendo lo que es el placer.

Pero hasta ahora dicho placer es disparejo: nosotros ponemos la acción y ellas el cuerpo, que se desgasta, y que es como recurrir a la clásica estupidez de yo invito pero pagas.

¿Qué va a suceder después?

Los sistemas de sensibilidad evolucionarán hasta funcionar con componentes biológicos -seguramente humanos y con ciertas modificaciones genéticas que les permitirán interactuar con los elementos de silicio y carbono- capaces de sentir y reaccionar como los nuestros; componentes vivos que nacerán, se reproducirán y morirán haciendo que nuestras máquinas puedan actualizarse y mantenerse por sí mismas; eliminarán sus componentes viejos y los remplazarán con nuevos. (Aunque, desde luego, esto no será rentable para los desarrolladores: crearán componentes de corta vida.) Existirán criaderos de células especializadas para computadoras y mafias que traficarán con dichos elementos. Y las máquinas, una vez experimenten estas nuevas sensaciones, las clasificarán en aquellas que les gustan y aquellas que no. Serán capaces de decidir. Y probablemente sentirán cansancio y se rehusarán a trabajar si la jornada es muy larga o si ya han tenido suficiente de una sensación aunque haya sido agradable. Es decir, aprenderán a mentir.

En la medida en que dichos componentes evolucionen también evolucionará la forma en que la computadora y el ser humano se integran y se entienden. Las máquinas serán capaces de reaccionar, aprehender y comprender las funciones químicas y cerebrales de los hombres -ansiedad, nervios, relax, excitación, alegría, tristeza- y sabrán, por citar un ejemplo mediocre, qué canción poner de acuerdo a cómo nos despertamos.

En otras palabras, aprenderán a leernos la mente.

Una vez esto suceda se desarrollarán programas cuyo funcionamiento esté vinculado directamente a la actividad de los hemisferios cerebrales; el procesador de la computadora será capaz de traducir nuestros pensamientos, imaginaciones, sueños y recuerdos -concientes y subconcientes- en experiencias sensibles -olores, sonidos, sabores, texturas, lugares, ambientes- que ampliarán nuestras percepciones y modificarán la manera en la que entendemos el mundo. Sabremos, por ejemplo, qué pasa por la mente de alguien que se halla postrado hace años en un coma profundo, o qué cosas pasan por la cabeza de un bebé, de un loco, de un perro o de un chimpancé. Agradeceremos haber nacido humanos y bendecidos con la imaginación. Sin importar si pertenecemos a religión alguna entenderemos por vez primera eso de creados a su imagen y semejanza: seremos dioses capaces de crear universos propios. Y también, por primera vez, nos sentiremos, literalmente, inmortales, divinos e irrepetibles.

Todas las experiencias humanas cambiarán, desde las artes hasta las maneras de jugar, de pensar y relacionarnos. La vida será como un ajedrez en el cual no importan los movimientos sino los silencios que guardamos entre ellos; silencios que serán gritos, pues gracias a un crack que todos tendremos -pero negaremos tener- seremos capaces de acceder a la mente del otro. Las religiones, como siempre, estarán en contra. La posibilidad de conocer lo que el otro piensa, planea o decide -antes de llevarlo a cabo, por suspuesto- supone la negación del libre albedrío. La amistad, el amor y el sexo serán, finalmente, sinceros. El sentido del humor cambiará de forma, el amor de óptica, y la fé de dios.

Yo, por lo pronto, me cambiaré a una consola de séptima generación.

martes, 7 de noviembre de 2006

Cerebro de Rubik

El cerebro humano es como un cubo de Rubik. Nace sin papelitos de colores; los aprehende de lo que experimenta. A medida que crece los va juntando, le da vueltas, hasta los doce o trece años se queda jugueteando en el eje x. A los catorce, por accidente, descubre el eje y. El hecho es que casi siempre que cree que ha juntado todos los colores de un lado resulta que por el otro lado no cuadra absolutamente nada y hay que darle control zeta a todos los movimientos, girar una y otra vez, cuadra, no cuadra, cuadra, no cuadra, me quiere, no me quiere, ese es el problema de tener un cerebro cuadrado en un mundo poliédrico, y pensar que iba a escribir un post titulado nostalgia nipona, a veces el cubo gira como se le da la gana.