El día antes de nacer escribieron en mis manos mis nombres y apellidos, el color de mi piel, el número de mis cabellos, los nombres de mis padres y hermanos, los días que viviré y el día que moriré. El día antes de nacer acepté entrar en un universo que se destruye a sí mismo.
Hoy, hace algunos años, acepté la propuesta de un dios suicida.
Mis mejores deseos de corazon parcero...q pases un japivirdei por lo alto que te enloquezacas como una cabra (como la cabra que eres)...q saques esos genes q te heredó Remberto y muevas tus caderas al ritmo desaforado de un currulao.
ResponderBorrarMi Hermano un abrazo gigante en el pipi.
Raúl